Dioses mayas

La cultura Maya era conocidamente politeísta. Ellos tenían una cosmovisión relacionada con la naturaleza y las ciencias, donde la historia de cada una de las deidades correspondía a la explicación de diversos fenómenos naturales.

Como todas las culturas a lo largo de la historia humana, buscaban a través de sus creencias las respuestas a sus preguntas primordiales sobre la vida y el universo, encontrando sosiego en su mitología.

La dualidad luz y oscuridad, bien y mal, vida y muerte, son la base de su cosmovisión: los mayas, conciben la vida y la muerte como situaciones naturales de la vida, y la tradición oral cuenta con impresionantes y apasionantes historias para detallar e ilustrar estos aspectos de la vida.

¿Cuáles son los dioses Mayas principales y qué representan?

Para comprender mejor la cultura maya hay que adentrarnos en su cosmovisión. Conocer a los principales dioses de los mayas nos deja ver cómo es la cultura y cómo veían el universo en aquellos tiempos. Es apasionante cómo con cada historia ellos explican los fenómenos naturales. Vamos a conocer a los principales dioses mayas brevemente.

Al habitar una región tropical, todo tipo de precipitaciones fluviales eran muy comunes para la población. Uno de los dioses principales se acerca a estos fenómenos para dar respuesta a varias cuestiones: Chaac, quien está asociado al agua, relámpagos y lluvia. Él era muy importante en algunas ceremonias religiosas, ya que era invocado en aquellos momentos donde se necesitaran lluvias para las cosechas.
Itzamná es otra de las deidades principales. Él correspondía a las ciencias y el conocimiento: era el dios de la sabiduría, y se le relacionaba con el día y la noche, el sol y la luna. Era representado como un anciano en honor a su sabiduría y conocimiento, pero también representado como distintos tipos de animales según el territorio donde se presentara, y que encarnaba a la astucia e inteligencia.
Pawahtún. Corresponde al sostén del universo, a la razón del por qué y cómo todo se sostiene en su lugar. Es representado como un anciano con caparazón de tortuga. Es también conocido por ser el patrono de los escritores y pintores, así que está involucrado con las artes.
Ixchel. Es una personificación del amor y la gestación, siendo relacionada con la fertilidad.
Yum Kaax es el representante máximo de la naturaleza: se le involucra con la vegetación, la agricultura e incluso con los animales, a quienes protege. Es muy importante para los cazadores así que contaba con mucha relevancia en el pueblo maya.
Kauil hace alusión a la abundancia y prosperidad, convirtiéndose en uno de los más entrañables.
Ek Chuah: se trata del dios de los mercaderes, una de las actividades principales en la cultura y pueblos mayas. Beneficiando al comercio, se invocaba para que las transacciones fueran exitosas.
Kukulcán. El conquistador es una de las más conocidas deidades mayas. Se le atribuye el primer intento de la creación, serpiente emplumada asociada al agua y al viento. Tiene un gran parecido con Quetzalcóatl, y se les relaciona bastante aunque no hayan existido en la tradición oral durante el mismo periodo ni en la misma cultura.

¿Cuáles son los dioses del inframundo Maya?

El inframundo maya era un lugar peculiar: no se trataba de un lugar de castigo y sufrimiento como es popular en muchas culturas a lo largo de la historia, era más bien el lugar de la muerte, tan natural como la vida, y de la decadencia que llega a los cuerpos con el paso del tiempo y las enfermedades.

Primeramente podemos mencionar a los dioses que representaban la enfermedad y la muerte: específicamente Vucub-Camé y Hun-Camé. Son los jueces supremos del consejo del inframundo.

Estos dos elegían la forma de actuar de los 12 señores del Xibalbá, o inframundo los cuales eran:

Xiquiripat y Cuchumaquic, representación de las enfermedades y la sangre.
Ahalpuh y Ahlganá es otra dualidad que habitaba el inframundo maya. Sus nombres significan El Labrador de Pus y el Humor de las Llagas, encargados de las infecciones.
El señor Chimiabac y el Señor Chamiaholom. Ellos por su parte representaban al proceso de descomposición humano, el cual transforma lo cuerpos en calaveras.
Ahalmez y Ahaltocob eran los responsables de las desgracias y los accidentes.
Xic y Patán son la última pareja de los doce señores del Xibalbá. Ellos dos eran descritos como aves, los cuales tenían como tarea provocar una muerte dolorosa: oprimir la garganta y el pecho para que los hombres murieran por la acumulación de sangre en sus gargantas.

Dios maya de la muerte

En realidad no hay una sola deidad relacionada con el tema de la muerte, ya que su concepto de trascendencia después de la vida es mucho más complejo de lo que es en la cultura actual. Ellos tomaban a la muerte como un escenario después de la vida: no era negativa, era simplemente natural.

Ah Puch es conocido como Kzin, que se traduce como «El apestoso». Se trata de el dios y rey del Xibalbá, o sea, el inframundo, lugar a donde van a dar las almas de todos los vivos al final de su recorrido por la tierra. Como mencionamos antes, el inframundo estaba lleno de enfermedades, y representaciones pútridas propias de la muerte, es por eso que este dios recibía ese nombre tan peculiar.

Otros nombres relacionados con la muerte en la cultura maya son Ahal Puh, Cizin y Yum Cimil. El primero era un asistente del dios máximo en el Xibalbá. Cizin era el dios maya de los terremotos. Yum Cimil era el más temerario en el reino de la muerte. Todos ellos estaban relacionados unos con otros, ya que eran parte de una unidad.

El dios de la muerte maya es complejo y fascinante, ya que revela todas las caras que la muerte puede tener para el ser humano. El dios maya del inframundo era tan importante como otras deidades, que formaban parte del todo.

Ixtab: una mano de comprensión y consuelo para los suicidas

El suicidio es un tema tabú hoy en día, pero eso no quiere decir que esta práctica no haya existido desde siempre en la naturaleza humana. Cuando un ser humano decide terminar con su vida, puede ser blanco de un sin fin de críticas: incluso acusarlo ignorantemente de ser cobarde. En la mayoría d las religiones que han existido, especialmente en aquellas que han dominado la tierra desde hace siglos, se castiga al suicida por terminar con su propia vida.

Una cosa hermosa de la cultura maya, es que evidentemente ellos no veían la muerte como la vemos actualmente, sino de una manera más saludable y, sobre todo, con respeto. Esto se ve reflejado en la peculiar diosa Ixtab, que significa «la de la cuerda». Se representa como un cadáver colgando de la rama de un árbol, descomponiéndose. Era la deidad de la horca.

El suicidio en la cultura maya era considerado incluso como una forma honorable de perecer, digna de ser recordada. Se sabe también que quienes lo hacían, se ganaban un pase a un tipo de paraíso donde su alma estaría tranquila, siendo Ixtab quienes los guiaba de la mano a un descanso eterno protegiendo sus almas y brindándoles el consuelo anhelado.

Dios de la naturaleza maya

Siguiendo la lógica del pensamiento maya, no existía un solo dios para esta categoría. En la naturaleza reinaban Chaac, que tenía el don de ser quien dominaba la naturaleza, siempre acompañado de las Uo, o por su traducción, ranas, que eran las que anunciaban la llegada de las lluvias. A él se le puede considerar como el dios del agua maya, que rige sobre los aspectos pluviales, muy relacionado con la prosperidad de las siembras, así que se le consideraba como uno de los principales dioses de la cultura maya.

Ah Mun estaba relacionado con la tierra, la vegetación y el alimento, ya que era el dios del maíz. El maíz era parte de la naturaleza de los dioses, se le consideraba sagrado y el origen de todo. Su físico era peculiar: se le representaba con la cabeza alargada y siempre portando mazorcas de maíz. Como recordamos, la agricultura maya se veía protagonizada por la producción de maíz.

Otro de los principales dioses mayas era Hurakán, el dios de las tormentas. Se dirigían a él como el corazón del cielo, donde se gestaban y se propiciaban los vientos huracanados.

Ah Muzenkab era el dios de la miel y las abejas, bastante importante ya que como sabemos, estos pequeños seres son de gran importancia en los ciclos naturales de las plantas. La miel también fue considerada como un líquido sagrado, e incluso funcionó durante algún tiempo como moneda de cambio gracias a su alto valor.

Dios de la sabiduría maya

Los mayas eran un pueblo sabio, lleno de conocimientos tanto espirituales como científicos. Eran tan buenos en lo que hacían, y tan certeros, que sus conocimientos fueron base esencial en las ciencias que hoy en día llevan la vanguardia en el mundo.

Itzamná es el nombre de el fundador de la cultura, protector de la escritura, las ciencias y la astonomía. Era quien velaba por los valiosos conocimientos que se gestaban en las mentes brillantes de sus habitantes. También era conocido como el dios del cielo, y el dios de la sabiduría.

El señor de los cielos, regidor del día y de la noche. Se sabe que fue uno de los primeros sacerdotes que existieron en la cultura maya, y el responsable de la creación de la escritura. Su aspecto en representación era el de un anciano, por ende, relacionado con la sabiduría ancestral, aunque también podía tomar cuerpo de otros seres para representarse, era bastante versátil.

El Dios Máximo Maya

Hunab Ku es considerado el dios máximo de la cultura Maya. Él es considerado el único que posee vida y del cual provienen todas las cosas. Era tal el respeto que se le tenía a esta deidad máxima, que se comentaba que su nombre no debe de ser pronunciado, sino suspirado.

No era un dios concreto: era la fuerza del todo, la razón de ser de las cosas, o como su nombre lo indica: “el dador del movimiento y la medida”. No podía tener representación, ya que era considerado como la fuerza única, inconmensurable, impalpable e innombrable que estaba más allá de nuestras capacidades de comprensión.

¿En dónde se conserva la tradición oral maya sobre sus deidades?

Al ser una cultura donde la valiosa tradición cultural se transmitía de generación en generación, contando historias que unían a los miembros del clan en un sentimiento de hermandad y unidad, los mayas generalmente guardaban sus conocimientos, mitos y leyendas entre historias que se transmitían unos a otros a través del paso de los años, sin libros o impresiones físicas de sus historias.

No fue hasta después de la conquista de los españoles a terrenos mayas, que pudieron transmitirse en libros físicos, los cuales hoy en día son unas de las pocas referencias que tenemos sobre sus creencias e historias populares.

El libro más importante donde se cuenta sobre la creación y los dioses más significativos existentes en la cultura maya es el libro sagrado Popol Vuh. En él, a través de muchos editores a lo largo de los años, se logró guardar el conocimiento y tradición oral milenaria de esta impresionante cultura mesoamericana.

Inclusive, en esta misma compilación de conocimiento se encuentra plasmada la descripción del Xibalbá: el inframundo maya. En la traducción que se logró en un principio gracias al conocido  fray Francisco Ximénez, quien fue el parteaguas para que el mundo entero conociera las maravillas de la mitología maya.

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