Xibalbá

El inframundo es un lugar fascinante del que todas las culturas en el mundo han hablado de una u otra manera; algunos con matices más maléficos que otros. La cultura maya no es una excepción: existe el Xibalbá o el mundo de los muertos, ya que en su concepción del mundo está presente la dualidad del bien y el mal, la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, todo esto detallado sutilmente en las páginas del libro sagrado Popol Vuh, donde a través de una peculiar historia podemos vislumbrar su cosmovisión.

¿Qué es el Xibalbá? El Xibalbá es un mundo lúgubre, tenebroso y oscuro, al cual se le pueden encontrar muchas semejanzas con el infierno cristiano. No obstante, a pesar de ser un mítico lugar de terror y castigo, el concepto “pecado” muy bien conocido en el cristianismo, no tiene significado ni relevancia en este mundo oscuro. El Xibalbá tiene un significado más natural y humano, algo así como una consecuencia de la vida, inevitablemente.

A pesar de que las descripciones del Xibalbá nos puedan parecer negativas e infernales, ellos nunca lo concibieron de esa manera: la muerte era considerada parte natural de la vida, sin tintes negativos que mancharan su belleza. Es por esto que es más apropiado referirse al Xibalbá como un inframundo, parte de la dualidad vida y muerte, que como un infierno.

El Xibalbá, es pues, más una representación de un mundo de muerte y decadencia en la naturaleza reflejada metafóricamente con la descripción de un lugar repleto de sangre y descomposición. Al ser descrito en el Popol Vuh, vemos también que ese lugar toma tintes de desafío para los dos héroes que lo atraviesan: Hunahpu y Xbalanque.

Sin lugar a dudas, la cosmovisión maya está bañada de interesantes metáforas y simbolismos en cada una de sus historias. El Xibalbá es tan fascinante como la misma cultura Maya y sus misteriosas concepciones del universo.

¿Quiénes reinaban en el Xibalbá y qué representaban?

El Xibalbá se encontraba en las profundidades: se trata de un mundo subterráneo gobernado por dioses que representaban la enfermedad y la muerte: específicamente Vucub-Camé  y Hun-Camé. El primero, es uno de los jueces supremos del consejo, el cual es enfrentado por los gemelos Hunahpu y Xbalanque para vengar la decapitación y muerte de su padre, quien pereció tras fallar un juego de pelota contra los dos dioses del inframundo. El segundo, es el otro juez supremo del consejo, una entidad demoniaca que completaba esta dicotomía.

Se puede decir que ambos eran responsables de la muerte, y ambos en conjunto elegían la forma de actuar de los 12 señores del Xibalbá, los cuales tenían las siguientes misiones:

Xiquiripat y Cuchumaquic eran la representación de las enfermedades y la sangre. Gracias a su traducción del maya, sus nombres significan Costra Voladora y el Recolector de Sangre, haciendo alusión a sus poderes.

Ahalpuh y Ahlganá es otra dualidad que habitaba el inframundo maya. Sus nombres acuñan un significado cercano a El Labrador de Pus y el Humor de las Llagas, quienes eran responsable de las infecciones mortales. Se suele relacionar su existencia con la enfermedad de la ictericia, o a problemas de piel relacionados con falla en los riñones.

El señor Chimiabac y el Señor Chamiaholom son una dualidad más de este mundo de muerte. Ellos por su parte representaban al proceso de descomposición humano, el cual transforma lo cuerpos en calaveras. Eran fácilmente reconocibles por llevar una vara de hueso, la cual enflaquecía a los seres humanos hasta su máxima degradación.

Ahalmez y Ahaltocob eran los responsables de las desgracias y los accidentes. Su nombre se puede traducir como desgracia y basura, por lo desagradable que era su función.

Xic y Patán son la última pareja de los doce señores del Xibalbá. Ellos dos eran representados por aves, los cuales tenían como tarea provocar una muerte dolorosa: oprimir la garganta y el pecho para que los hombres murieran por la acumulación de sangre en sus gargantas

Hay un personaje más, citado en la cultura maya pero también en otras culturas mesoamericanas: Camazotz. Él, es un poderoso animal con garras en alas y mandíbulas, muy parecido a un murciélago, el cual tenía poderes sobre todos los seres y podía quitarles la vida en segundos.

Todos los miedos y la concepción de la muerte que los mayas tenían en mente, están plasmadas de una manera simbólica y metafórica a través de cada uno de estos personajes, encontrando un poco de sosiego en su explicación, ante la incertidumbre que la muerte representa para el ser humano. Entonces, el Xibalbá ¿qué es? Es la forma metafórica de experimentar la muerte. Con estas concepciones sobre el más allá, ellos pudieron sentirse un poco más cómodos con la idea de este viaje lleno de incertidumbre, y le dieron un sentido a la vida y la muerte, al mismo tiempo.

¿Cómo está descrito el inframundo en el Popol Vuh?

El mundo de las tinieblas es una clara representación de la enfermedad y decadencia, que desemboca en la muerte. Esta importante representación maya del infierno, es la manera en la que ellos explicaban de una manera entendible los fenómenos naturales, incluida la muerte.

El simbolismo es claro: inicialmente, se describe un río de sangre, a través del cual los héroes de la historia deben emprender camino y encontrarse con un segundo rio, esta vez, de pus, para enfrentarse posteriormente a otras calamidades.

Es curioso mencionar que aún en este mundo los mismos astros del mundo mortal existen, solo que brillando de una manera más apagada y triste. La muerte, aunque no vista de forma negativa, sigue teniendo destellos de soledad, porque la realidad de este proceso es así: llegamos solos al mundo, pero también atravesamos la muerte sin nadie. Quizá es por esto que se visualiza cierta tristeza en el firmamento del inframundo. También es una relación directa con la no-vida, con el fin o con la vida apagándose.

Siendo esta decadencia parte natural de la existencia humana, el que los protagonistas se enfrentaran a las distintas calamidades en su recorrido por el inframundo no era un castigo, sino una aventura que debían conocer. Es lo que significa el camino de la muerte: todos llegaremos a ella de una u otra forma, pero generalmente, vamos a tener que atravesar un camino decadente, donde nuestro cuerpo dejará de funcionar como lo hacía antes, y poco a poco nuestros signos vitales van a apagarse. Esa es una aventura que sí o sí tendremos que vivir, y los escenarios para llegar a ella son tan diversos como las experiencias que ellos pasaron en su camino.

Los espacios del Xibalbá se dividían de la siguiente manera:

Primeramente, la casa oscura, la cual tenían que atravesar en penumbras y no había nada más que tinieblas. Ellos debían mantener encendida su antorcha si no querían ser devorados por la oscuridad.
El recorrido seguía con la casa del frío, donde existía un viento insoportable que amenazaba con matarlos. Ellos tenían que sobrevivir de alguna forma al viento congelante.
Después, se enfrentaban a la temible casa de los tigres, lugar donde estos animales hambrientos amenazaban con asesinarlos y rugían amenazantemente a sus presas.
En seguida se encontraba la casa de los murciélagos, donde ellos chillaban y revoloteaban sin control alrededor de la casa.
Al lograr pasar, se encontraban con la casa de las navajas, donde existían amenazantes navajas por toda la casa, siendo un grave peligro para ellos al tener que atravesar el lugar. En el relato, se menciona que las cuchillas eran conscientes, por lo que los dos hermanos debían recurrir al diálogo con ellas para evitar ser asesinados. Debían calmarlas con sus palabras.
Finalmente se describe la casa del calor, lugar en el cual reinaba el fuego y solo existían incesantes llamas y brasas que amenazaban aún más la vida de los héroes que tenían que hacer lo posible para sobrevivir y cruzar el lugar.

Un mundo peculiar de características oníricas

La descripción del lúgubre inframundo tiene rasgos abstractos y surrealistas. Un ejemplo de ello, es el árbol de muchas cabezas, el cual surgió a partir de la muerte del padre de los gemelos héroes. Este árbol habitaba en el jardín del Xibalbá, el cuál dejó embarazada a Ixcqui, hija de los señores del inframundo, con tan solo tocarla, naciendo así los hermanos Hunahpu y Xbalanque.

Entre la fauna que se encontraba habitando el inframundo, podemos mencionar a las aves que servían a los doce señores sobrenaturales.  Los doce señores en sí, son cada uno una representación de distintas formas de muerte y enfermedades, de una manera creativa.

Cada uno de los pasajes y los personajes que existen en el Xibalbá es digno de pertenecer a una pesadilla, todos con características peculiares que representan de manera detallada los miedos más profundos de los mayas. La muerte no deja de ser algo imponente, aunque se observe con naturalidad. ES el miedo a lo desconocido lo que fomenta esta sensación.

Xibalbá en la realidad: un mundo bajo tierra.

Sin contar los destinos turísticos que Grupo Xcaret tiene para disfrute de todo aquel que quiera recrearse y conocer las paradisiacas locaciones en la famosa Riviera maya; se ha descubierto una zona geográfica, la cual gracias a sus evidencias físicas apunta a ser la representación en la vida real de lo que para los mayas fue este mítico reino de la muerte.

El lugar Xibalbá existe en realidad: se trata de un lugar que los arqueólogos teorizan es la representación física del submundo tan famoso, mencionado en el Popol Vuh, el escrito sagrado de la cultura maya… ¡Un verdadero hallazgo histórico de grandes magnitudes!

Se habla de una red subterránea de cuevas y cenotes pertenecientes al estado de Yucatán en México, cuya descripción son probablemente base de la visión que los mayas tenían para relatar la apariencia del inframundo: así es, al parecer este lugar era una representación fiel de lo que ellos plasmaron en las historias del Popol Vuh.

Dentro de las cuevas se han localizado calzadas parecidas a las que existen en la zona arqueológica de Chichén Itzá. La puerta del inframundo terrenal se encuentra semioculta en un camino naturalmente hermoso, pero que no deja de ser misterioso y majestuosamente imponente. El respeto que inspira es muy intenso, y m´+as aún si conoces la historia y la imagen que los mayas tenían del inframundo en sí.

Dentro de este increíble lugar se han encontrado restos de huesos humanos que tienen una antigüedad de 1900 años, así como también fragmentos de cerámica, probablemente utilizados en ceremonias mayas. Esto hace del lugar un sitio aún más mítico e impresionante, pero eso no es todo.

Hay esculturas bastante gráficas donde se puede apreciar a un sacerdote con el tocado del dios de la muerte, así como también glifos pintados y grabados en los alrededores. Es clara la referencia: el lugar parece tener una conexión muy similar con el inframundo.

Todo apunta a que es muy posible haber encontrado este mítico lugar en su representación terrenal, usado por la cultura maya en ceremonias dedicadas a este proceso tan natural: la muerte… ¡Fascinante hallazgo!

Scroll al inicio